domingo, 27 de marzo de 2011

Fifi Abdou


Hoy presentamos a una de las leyendas vivas de Egipto, Fifi Abdou, la "Reina de la danza oriental". 

Fifi Abdou
Se dice que nació en El Cairo en 1953, aunque no se sabe con exactitud. Se crió en el seno de una familia humilde, junto a once hermanos, seis de ellos emparentados por parte de padre, por lo que no tuvo ninguna clase de formación. Ella misma afirma que lo poco que sabe inglés, lo aprendió de forma autodidacta.

Desde muy pequeñita, admiraba la danza oriental, y aunque nunca ha recibido formación para la danza, es a los 12 años cuando, junto a su vecina que bailaba en un grupo de folklore, comenzó a trabajar en bodas y celebraciones. Como ella misma decía, sus movimientos vienen de dentro. 
 
Pronto iría haciéndose valer por sí sola y es en 1972, cuando aparece en su primera película, “El Miedo”, con un papel secundario. Pero sería en 1989, cuando apareció, con un papel principal, en la película que le lanzaría a la fama "Una mujer no es suficiente". 

A partir de entonces le llovían las ofertas, proponiéndole actuar en cadenas hoteleras como Sheraton o Meridian. También en el mundo de la televisión tuvo su hueco, a pesar del hecho de que prohibiesen la proyección de los dramas protagonizados por Fifi "Ta'r Al hubb" y "El Siti Aseelah". Eso sí, con lo que realmente triunfó, además del cine, fue en el teatro. Fifi Abdou se considera una renovadora del teatro musical, en el que se mezclan canción, teatro y danza. 

Sin duda es considerada un icono de la danza egipcia, aunque es igualmente detestada por millones de personas por su forma de ser, ya que al tener una personalidad tan fuerte, le han llegado a identificar como una persona ruda y vulgar.

Fifi Abdou ha contraido matrimonio en cinco ocasiones, la primera fue un matrimonio concertado cuando tenía 14 años. Fifi tiene tres hijas de las cuales la más pequeña, es adoptada por segunda vez, ya que fue la hija adoptiva de Tahia Carioca, pero al fallecer Tahia, Fifi decidió acoger a la niña. 

El éxito que ganó fue tan grande, que se convirtió en una de las mujeres más adineradas de El Cairo, contando con varios miles de euros, con más de 5.000 trajes, varios Mercedes e incluso dos apartamentos en el Nilo. Eso sí, su labor con los más desafortunados es considerable.


Aunque Fifi Abdou dejó el espectáculo en 2004, hay que recordar sus grandes innovaciones como la danza de la “shisha”, su increíble estilo al bailar, en el que se jacta de la conversación con el público, o su gran labor al crear la asociación de bailarinas que reivindica los derechos de éstas, para que sean mejor vistas y respetadas.

Y para terminar, podemos añadir que Fifi Abdou fue coronada como la mejor "bellydancer" del mundo en Dallas, USA.


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